El Vínculo de apego ( en construcción)
El apego
El apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con su cuidador principal, normalmente la madre. Aunque se creen vínculos con otras personas el primer apego determinará el desarrollo del menor en el futuro y su manera de relacionarse con el mundo. Los niños sienten miedo, estrés, angustia y buscan contacto hacia un cuidador especifico, es lo que entendemos como apego, de esta manera los lactantes regulan sus emociones negativas.
El apego se verá influenciado por muchas características propias de la madre, el entorno o del niño y se desarrolla en 4 fases:
1. El lactante responderá ante cualquier persona que le ofrezca comodidad.
2. Prefiere estar con los padres, pero no necesariamente, puede aceptar que no estén.
3. Demuestra angustia hacia las personas que no conoce y hacia la separación de los padres.
4. Ya no siente ansiedad ante la separación del cuidador y se puede trabajar con metas.
Los tipos de Apego son:
- Apego seguro: Son relaciones funcionales, el niño explora su entorno estando cerca la madre y cuando ésta se aleja, siente ansiedad y al volver alegría. Esa figura de apego es la que le va a ayudar a desarrollar un concepto de sí positivo y con confianza.
- Apego ansioso ambivalente: un tipo de apego inseguro en el que los niños no exploran su entorno, cuando la figura de apego no está, cuesta consolarlos, muestran mucha ansiedad.
- Apego evitativo: cuando el niño no explora su ambiente y no interacciona con su cuidador, puede rechazarlo.
- Apego desorganizado: Es una mezcla de los dos anteriores. El cuidador presenta respuestas desproporcionadas o inadecuadas ante las necesidades del niño.
El papel de los cuidadores es fundamental, los padres/tutores son los que pasan la mayor parte del tiempo con el niño, los que se encargan de darles de comer, dormir, bañarlos etc. Establecen un vínculo afectivo con el menor que es más estable a través de compartir experiencias.
Gracias al apego, el refuerzo que le proporcionan los padres a los niños es mucho más efectivo, la relación que se genera entre ambas partes mejora el desarrollo de sus habilidades y potencialidades.
No obstante, el vínculo se genera en base al cuidado y cariño proporcionado en los primeros años de vida, por lo que aquellos pápas y mámas que no pudieron estar desde un principio con su hijo, ya sea por enfermedad o por nacimiento prematuro, no deben pensar que por no poder participar con ellos en los primeros meses, no se generará vínculo de apego a sus hijos, el que estará determinado por el cuidado posterior que se realice.